jueves, 16 de febrero de 2012

Algunas claves sobre el amor

Algunas claves sobre el amor.

¿Existe el amor a primera vista?

Sin duda tú has observado a veces a motoristas que va por la calle y de pronto voltean a ver a una joven que va caminando por la acera, algunos son prudentes y la acción llega hasta ahí, otros menos prudentes e impulsivos siguen conduciendo pero voltean la cara y le van diciendo piropos a la joven y a veces hasta les gritan los piropos en la medida que se van alejando, no sé cómo harán para mantener el equilibrio y la dirección de su moto y no estrellarse contra la acera u otro vehículo.

También has notado como los taxistas al igual o peor que los motoristas de pronto ven una chica y zas le comienzan a decir cosas, a veces hasta detienen el vehículo y van al paso de la joven “tirándole piropos”, algunas veces estas cosas no resultan tan agradables a la persona que lo escucha.

Al igual que en los ejemplos anteriores nosotros también hemos experimentado cosas similares, como al llegar a una reunión que nos han invitado y de pronto miras a alguien y clic te llama la atención y comienza el proceso de acercamiento, o cuando vas por la calle miras a alguien y clic también te llama la atención.

Te has preguntado alguna vez ¿Por qué sucede esto?, quizá, pero generalmente no nos hacemos estas preguntas, pensamos que las cosas suceden porque suceden.

Tenemos una resistencia natural a la ciencia del amor, y no nos gusta ver que obedece a ciertas reglas determinadas por el cerebro, como nos dice la neurociencia. Preferimos verlo como algo misterioso, poético y espontaneo, sobre lo cual no podemos tener ningún control. Nos gusta sentirlo como un ejercicio de elección personal, aunque haya evidencia científica que hoy demuestra lo contrario, porque parecería que nacemos con una especie de instinto de belleza.

Pero, ¿qué es lo que pasa?, ¿Por qué ese clic por una cara? ¿Cómo podemos juzgar si una cara es bonita tan rápidamente? Hay estudios de la década de los 90 que demuestran que aun los bebes prefieren una cara de adulto atractiva a una fea y que los adultos deciden si la cara que están mirando es atractiva en aproximadamente una decima de segundo, es más, estudios recientes muestran que podemos juzgar cuan atractiva es una cara tan rápido que no podemos siquiera tomar conciencia de su existencia, esto se da en aproximadamente 12 milésimas de segundos. Esta velocidad sorprendente muestra que la atracción puede tener mucho menos que ver con la elección y el gusto individual que con una programación biológica o cerebral inconsciente. Así nos ha diseñado la evolución.

Los celos fortalecen la relación.

La frase “si hay celos es porque hay amor”, es una falacia. Quien cree que “un poco de celos está bien” porque demuestra interés, evidentemente no está recibiendo otras muestras de interés”.

Cuando los celos se vuelven repetitivos y la comedia se transforma en tragedia, aparecen los celos patológicos: “Son un síntoma que tiene dos caras: una de sentido, por ejemplo, los de la persona que de chica vivió el abandono de alguno de sus padres y ahora carga con esa marca como mochila identificadora. La otra cara es la satisfacción pulsional del síntoma: el goce mortífero que deviene en sostener ese terror a la pérdida y, a la vez, ese vínculo donde el deseo y lo placentero se vuelven insatisfechos o imposibles. Los celos patológicos son autodestructivos, destructivos del otro y del vínculo. A la vez son una demanda de amor netamente infantil”.

“Un gran amor nunca se olvida”

El prestigioso neurobiólogo Antoine Bechara detectó un “conflicto cerebral”: aunque la relación haya terminado años atrás, el cerebro sigue disparando imágenes y reacciones corporales, como palpitaciones o dolor de estómago al ver la foto de aquella persona o al sentir un olor que la evoque. La explicación es que una parte del cerebro llamada amígdala (el centro de la memoria emocional) fija con más intensidad las situaciones atípicas y desconocidas. Cuanto mayor sea la información que se grabó hacia ese gran afecto, más reacciones –contra las que no podemos luchar–, va a seguir enviando. Así que preparate que no podrás olvidar fácilmente ese gran amor.

“Es infiel porque no está enamorado”.

“La infidelidad depende de muchos factores diferentes al enamoramiento. Como demuestran los estudios de la teoría del apego intergeneracional, ciertos patrones de conducta fiel o infiel podrían ser aprendidos en base a la historia familiar”..

En 2008, una investigación del Instituto Karolinska, de Suecia, indicó que la variante de un gen provocaría una mayor o menor aptitud hacia la vida en pareja, por lo que sus portadores serían más infieles. Ignacio Brusco, director del Centro de Neurología de la Conducta y Neuropsiquiatría de la UBA, duda de que la clave de la fidelidad esté en los genes: “Esos estudios fueron hechos en animales, que tienen un sistema nervioso más primitivo. El ser humano es un ser social y cultural con capacidad de toma de decisiones a largo plazo, en el que, además de sus genes, intervienen su educación, sus creencias religiosas, sus obsesiones o sus represiones.

“Amar es no pedir nada a cambio”

Existen más de 40 estudios que muestran que dar o hacer bien a los demás contribuyen a la felicidad, la salud e incluso a la longevidad. “Hay una forma de amor, que no está basada en una evaluación de las cualidades del amado, no se ve limitada por la reciprocidad y tampoco se vuelca hacia el resentimiento al ser rechazado”.

“Se trata de la forma más pura de dar. Este es el amor libre de la ley de la reciprocidad, del apetito. Es un amor que considera que la alegría y la seguridad del amado son tan significativas como las propias (o incluso más) y, por ende, no necesita poseer, aferrarse o dominar. Este es el amor que suele existir entre grandes amigos, el que sienten los padres por sus hijos, el que se da en los matrimonios felices.

Este amor involucra a la hormona oxitocina, afecta a una parte del cerebro (circuito mesolímbico) y nos permite sentir alegría. “Por eso, tiende a estar asociada más con la tranquilidad y la confianza que con la pasión y lo salvaje.

En el 2008, una universidad de California estudió que cuando el cerebro segrega oxitocina, conocida también por tener un papel decisivo en el orgasmo, la generosidad aumenta hasta en un 80%.

Síncope.


La familia Rosales, acostumbra para las festividades de Navidad invitar a algunos amigos a almorzar. Transcurría el año 2011 y en esa oportunidad esperaban con impaciencia a un viejo amigo, el presbítero Millar, quien por esa época tenía unos 64 años de edad, persona muy dinámica y vivaz.

Antes del almuerzo se tomaron los aperitivos de rigor y a eso de la una, todos estaban sentados a la mesa, la comida era compuesta de Pavo, arroz, ensalada, quesos, frutas y vino; la conversación transcurría muy animada cuando al improviso el padre Millar dejó de hablar, se puso un poco pálido, su cabeza se vino sobre el plato de comida y sus brazos dieron la apariencia de haber perdido toda la fuerza, unos pocos segundos después, recuperó la conciencia; pero ya tenía a todos los conocidos a su alrededor, unos le preguntaban que le había sucedido, otros le tomaban el pulso, algunos querían desabotonarle la camisa y otros lo miraban con estupor.

El padre Millar, se repuso inmediatamente, trato de tranquilizar a todos los presentes, incluso trató de seguir comiendo; pero todos habían quedado con una sensación de inquietud que se manifestaba en las miradas que le echaban al padre y los comentarios a baja voz que entre ellos se hacían, la recomendación unánime de los presentes fue: “Debe visitar urgentemente a un médico”.

Al día siguiente, muy temprano por la mañana, el padre Millar acompañado de su hermana fue a visitar al médico, este después de escuchar el relato de lo sucedido, procedió al interrogatorio y a examinarlo.

Durante el interrogatorio que le efectuó el médico al padre Millar, quiso cerciorarse con exactitud del cuadro clínico, Él tenía que diferenciarlo del vértigo, el coma, el ataque por caída, los mareos, la muerte cardiaca y las convulsiones. Para estar seguro le interrogó si había sentido mareo, y si ese mareo lo sentía como si todo le giraba alrededor y si no había perdido la conciencia, estos síntomas se refieren al vértigo, el padre Millar le dijo no haber sentido nada de esto, por lo que descartó un episodio de vértigo.

Si hubiera sido un coma, el padre hubiera perdido la conciencia y no la hubiera recuperado espontáneamente. El ataque por caída se caracteriza por una caída súbita sin pérdida de conocimiento ni pródromos, con recuperación inmediata.

Después de practicarle algunos exámenes de rigor, el médico se sentó unos minutos a reflexionar y después le dijo: “Padre, usted sufrió un síncope, que es una pérdida transitoria de la conciencia, por lo general se acompaña de caída y recuperación espontánea, completa y rápida”. Acto seguido le envió una serie de exámenes para investigar las causas del síncope que pueden ser: mediado por reflejos, cardíaco, ortostático y cerebro vascular.

Aproximadamente el 3% de las consultas y el 6% de las hospitalizaciones son debidas a síncope, mientras que del 20 al 50% de los adultos han experimentado uno o más episodios durante sus vidas. Más del 75% de las personas mayores de 70 años experimentará al menos un episodio sincopal, el 20%, dos episodios y un subgrupo pequeño, tres o más episodios.

Entre el 13 y 31% de los pacientes, la causa de síncope queda sin diagnosticar, aun después de su evaluación. El síncope por causas mediadas por reflejos se da entre el 36 y el 62%, es el más frecuente, el síncope por causa cardíaca se da entre el 10 y el 3%, el de causa ortostática entre el 2 al 24%, y el cerebro vascular es de aproximadamente 1%

El médico dirigió primero la investigación a las causas mediadas por reflejos, ya que son las más frecuentes.

El síncope mediado por reflejo posee tres variantes: vasovagal, el del seno carotídeo y el situacional.

-El síncope vasovagal, puede ser causado por estrés emocional, trauma, dolor, por mirar sangre, posición prolongada de pie. Antes del síncope la persona se siente sudorosa, malestar en el epigastrio, fatiga extrema, debilidad, bostezos, náuseas, mareos, luego se presenta la pérdida de conciencia que puede durar desde segundos a varios minutos. La fase posterior puede durar varias horas y en casos raros días y la persona puede estar confusa, desorientada, con náuseas, mareos y sentirse muy enferma.

-El síncope del seno carotídeo, la pérdida de conocimiento la sufre la persona al girar la cabeza, después de afeitarse o usar un cuello ajustado, se presenta en particular en personas ancianas.

El síncope posicional, se da en personas sanas durante los cambios de posición, se da por una inhibición simpática y un aumento del parasimpático, lo que provoca hipotensión, bradicardia y síncope.

Entre los exámenes clínicos que le recomendaron al padre Millar fue la interconsulta con un psiquiatra, como se asustará un poco, el médico le explicó que el trabajaba en equipo y que considera valiosa la visita de este especialista para determinar si existía alguna situación estresante que hubiera dado origen al síncope.

Mientras se le efectuaban las investigaciones, al padre Millar se le practicó un examen neurológico, no se le encontró ningún signo de padecimiento neurológico, por lo que se le descartó el síncope cerebro vascular.

Como la investigación psiquiátrica no reportó ninguna patología o condición estresante, se le tomó en días diferentes y en posiciones diferentes la presión arterial y siempre se encontró dentro de los límites normales.

Cuando se da un síncope por causas ortostáticas, hay una caída de la presión arterial y taquicardia dentro de los tres minutos de estar la persona de pie. Tampoco dijo estar tomando antihipertensivos, antidepresivos o diuréticos por lo que se descartó este tipo de síncope.

Bueno, ya no quedan más opciones que remitirlo al cardiólogo para ver si tenía algún padecimiento cardiaco.

El pobre padre Millar, la pasó mal por algunos días más, creo que poco a poco los médicos le fueron creando un estrés muy severo, no es nada fácil andar de médico en médico y de examen en examen, uno va pensando siempre lo peor.

Un martes por la tarde tenía cita con el cardiólogo, al salir del consultorio el padre venía radiante, todo su estrés había desaparecido, la magia de las palabras había dado su efecto en el cerebro de Millar. El médico le había dicho: “padre, no encontramos nada en su corazón, no sabemos porque le dio ese síncope, se que ha vivido unos días muy difíciles, todos los demás exámenes están bien, ahora olvidémonos de las enfermedades y viva la vida lo mejor que pueda”.

Las personas con algún padecimiento psicológico, son las que padecen con más frecuencia síncope, suelen tener trastornos de ansiedad, de pánico o depresión. También sufren de síncope las personas alcohólicas.

El síncope del padre Millar entra entre el 13 y 31% de las personas que después de una exhaustiva investigación no se encuentra la causa del síncope.

ENFERMEDAS

ACTIVIDAD INMEDIATA

POSIBLE DIAGNÓSTICO

SÍNCOPE

MICCIÓN

DEFECACIÓN

DOLOR AL PONERSE DE PIE

MECANISMO REFLEJO

SÍNCOPE

EJERCICIO

PALPITACIONES

CAUSA CARDÍACA

SÍNCOPE

GIRAR LA CABEZA

AFEITARSE

USAR CUELLO APRETADO

REFLEJO DEL SENO CAROTIDEO

SÍNCOPE

AGLOMERACIONES

MUCHO CALOR

MIEDO

DOLOR SÚBITO

VISIÓN DE SANGRE

VASOVAGAL

SÍNCOPE

ANTIHIPERTENSIVOS

ANTIANGINOSOS

DIURÉTICOS

HIPOTENSIÓN

OSTOSTÁTICA

CARDIOVASCULAR

ANTIDEPRESIVOS

HIPOTENSIÓN

ORTOSTATICA

MEDIADO POR REFLEJOS

ANTIARRITMICOS

ARRITMIA

sábado, 4 de febrero de 2012

La Codependencia Amorosa.

Por esas casualidades de la vida un día que me encontraba tomándome un café en un quiosco de esos que están instalados en los centros comerciales, vi de pronto pasar una vieja amiga que tenía muchos años de no ver, precipitadamente me alce de mi silla y fui corriendo tras ella para saludarla, después de los abrazos y preguntas de rigor la invite a que me acompañara a tomar un café cosa que acepto de buen gusto.

Durante la conversación me puso al corriente de su vida, la última vez que nos habíamos visto hacia ya unos quince años, Laura, como se llama mi amiga, es una simpática mujer de unos 35 años, me refirió que cuando tenía 20 años se enamoro locamente de un hombre de su misma edad, comenzaron un romance de esos que hoy les llaman amigos con derechos, pasaron los cinco años de universidad viéndose a diario en la universidad y teniendo relaciones sexuales cuando él se lo pedía, al terminar la universidad él encontró trabajo en un banco y poco a poco fue ascendiendo de puestos hasta que llego hacer el jefe de una sucursal bancaria, durante ese período de tiempo continuaba a verse y llamarse por teléfono frecuentemente, cuando ella tocaba el tema de una relación más formal o de contraer matrimonio él siempre tenía una escusa, le decía que no tenía dinero suficiente, que era mejor mantener la relación así como estaban porque el convivir juntos desgastaba la relación de pareja, que aún eran muy jóvenes, bueno en fin todas las escusas posibles.

A los ocho años de esta relación viene a saber por unas amigas que este joven tiene una relación de más de un año con otra mujer, pero las sorpresas no terminan ahí, cuando enfrenta a su amigo (no encuentro otra forma de llamarlo) este le dice que es cierto y que está muy enamorado de esta persona y que tienen fijada una fecha de boda para dentro un mes, que no le ha dicho nada porque la considera mucha y porque la ama intensamente y que no quería perderla pero que también está muy afeccionado con la otra persona, mi amiga me refirió haber sentido un profundo dolor y que no podía explicarse porque había tomado esa decisión pues ella vivía muy preocupada por él, se preocupaba por prepararle y alistarle su ropa cuando él lo necesitaba, se preocupaba mucho por su estado de salud a la menor gripe lo obligaba asistir al médico, se interesaba mucho por los mínimos detalles como comprarle ropa muy fina y que a él le gustara, le compraba los dulces que él prefería, para su cumpleaños organizaba fiestas con los amigos, los fines de semana le prepara los almuerzos que algunas veces tomaban juntos en otras ocasiones el aducía trabajo u otros compromisos para no almorzar con ella, se encontraban pocas veces por las noches y pocas veces los fines de semana siempre por la misma escusa en la cual aducía que tenía muchas responsabilidades en su trabajo.

Me sentí con la confianza suficiente para preguntarle porque no había terminado esta relación, me respondió que era un hombre muy dulce con ella pero distante, no le gustaba que lo conociera profundamente, ponía limites a la relación principalmente con el tiempo que le dedicaba, y siempre rehusó bajo miles de pretexto el formalizar la relación.

A las dos semanas de que su amigo le había comunicada que se casaba, la futura esposa la llamo a su celular y le comentó que tenían un año de haberse casado civilmente, que hacía poco se había enterado que él tenía esa otra relación pero que él le había manifestado que era una cosa sin importancia y que era ella la que lo vivía buscando y obligándolo a salir con ella, mi amiga le respondió que todo lo que él decía era cierto.

Después de escuchar esta última parte de su historia pensé muchas cosas y solo atine a preguntarle ¿porqué le respondiste de esa manera? Ella me dijo que como lo quería tanto no deseaba estropear su matrimonio ni su felicidad.

A los dos días de esta conversación con la esposa de su amigo recibió un correo en donde él se despedía de ella diciéndole que la amaba y que no podía olvidarla.

Cuatro años después, tiempo en el que no se habían visto, por esas cadenas de correos en internet, descubrió su correo electrónico y no se resistió y le escribió para saber de él, comenzaron los correos y ella se entero de que su situación económica era muy mala, lo llamo y le dio dinero, le compro ropa, le ayudo a pagar las cuentas pendientes de su casa y finalmente se lo llevó a trabajar a su compañía en donde poco a poco llego a ocupar un puesto superior al de ella.

La relación con ella continuo, ella siempre amorosa, pero decía desear por todos los medios que sufriera un poco de lo que ella había sufrido, se deja embarazar para según ella tener algo de él, pero la esposa se da cuenta y comienza a presionarlo para que termine esta relación, ella al tener varios miomas en el útero, su embarazo se vuelve de alto riesgo y finalmente a quinto mes tiene un aborto, es el momento en que él decide terminar la relación, ella desesperada y muy deprimida se da de baja de su trabajo y tiempo después decide regresar a Nicaragua.

Evidentemente mi amiga vive o vivio aún no lo se una situación de codependencia.

Muchas personas establecen relaciones llamadas "ni contigo ni sin ti", personas que no son felices ni con pareja ni sin ella, entran en un círculo vicioso de codependencia.

La palabra asusta a muchos de mis pacientes pues la relacionan con adicciones y ellos suponen que no las tienen, pero se puede ser adicto o dependiente casi a cualquier cosa, incluido el amor.

Estas personas inventan cualquier excusa para no salir de la relación que los agobia ya que temen enfrentarse a los cambios que esto implica, reciben mal trato de parte de sus parejas y sin embargo, continúan en la relación.

El codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar, un amigo, etc.), es por eso que es muy común que se relacione con gente “problemática”, justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una.

Así es como el codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra, se deprime e intenta controlarlo aún más.

Con su constante ayuda, el codependiente busca generar, en el otro, la necesidad de su presencia, y al sentirse necesitado cree que de este modo nunca lo van a abandonar.

Es muy común que en una relación, el codependiente no pueda poner límites y sencillamente todo lo perdone, a pesar de que la otra persona llegue a herirlo de manera deliberada, esto es simplemente porque el codependiente confunde la “obsesión” y “adicción” que siente por el otro con un inmenso amor que todo lo puede.

Por ende, el codependiente es incapaz de alejarse por sí mismo de una relación enfermiza, por más insana que ésta sea, y es muy común que lleguen a pensar que más allá de esa persona se acaba el mundo, hasta que reconocen su condición psicológica y buscan ayuda, para terminar con la codependencia o no volver a generar su codependencia en otras personas o en futuras relaciones”.

La codependencia consiste en estar total o casi totalmente centrados en una persona, un lugar o en algo fuera de nosotros mismos. La codependencia se caracteriza por una negación inconsciente de nuestras emociones.

¿Cómo se llevan el amor y el dinero?


¿Cómo se llevan el dinero y el amor?

Un día que conducía en compañía de un amigo, nos detuvimos en un semáforo y de pronto se nos avecinó un joven que repartía propaganda de una casa comercial que ofrecía electrodomésticos, la verdad es que la hoja de propaganda estaba muy bien impresa con fotos a colores, mi amigo después de observarla unos instantes la doblo y la tiro al asiento trasero del auto, le pregunte porque lo hacía, me respondió, que ya había visto lo que ofrecían y no tenía mayor importancia para él, en ese momento comenzamos una discusión y le pregunte que si le daban un billete de quinientos córdobas también lo tiraría, lógicamente me respondió que no, ni pensarlo, me dijo exactamente. Entre todos hemos aceptado una convención, hemos creado un simbolismo que le da valor a un papel y se lo niega al otro. Este código nos sirve en la vida diaria, con él, podemos comprarnos alimentos, pagar el colegio de nuestros hijos, pagar los gastos de luz, agua, y gas, también pagamos las cuentas médicas y en muchos casos los daños que ocasionamos.

El dinero, es más que dinero, es comunicación, es valoración, es poder y cuando está repartido desigualmente en una sociedad significa más poder para unos y menos para otros. Es imposible obviarlo, tiene inevitable presencia en nuestros proyectos, en nuestra supervivencia. Es, acaso, la más extendida de las convenciones humanas, existe bajo todos los idiomas, bajo todas las culturas, bajo todos los sistemas políticos. Es, digámoslo, tan omnipresente como el amor. Y ya que es así, ¿qué relación hay entre ellos? ¿Cómo se llevan el dinero y el amor?

Hablar de dinero en la pareja no es un tema fácil aún para las mentes más evolucionadas. Desde que en el siglo XII irrumpiera lo que se conoce como amor-pasión ese sentimiento en que las parejas se elijen entre sí y escapan del modelo de vínculo que era una simple transacción económica entre familias pareció que cualquier alusión al dinero ensuciaba el amor.

Nueve siglos después el tema sigue siendo difícil de abordar, las parejas en la medida que se van conociendo y la relación se afianza comienzan a abordar diversos tópicos, donde vivirán, cuántos hijos piensan tener, como los educaran, que otros proyectos que piensan llevar adelante, se cuentas sus vidas, afloran los temores y se consuelan mutuamente, pero sinceramente ¿hablan de las cuestiones económicas? ¿Cómo gestionaran el dinero? ¿Cómo van a distribuirse las responsabilidades?, no verdad, estas cosas no se abordan se tiene temor a que lo económico dañe la relación, los problemas aparecerán después.

Es que, sin duda, cuando se habla del dinero en la pareja no se habla de números. El verdadero tema es la comunicación, la confianza, las visiones compartidas, el punto de llegada hacia el que se orienta el viaje en común. Se habla, en fin, de amor. Y se habla de poder.

El dinero en la pareja crea muchos fantasmas. Los fantasmas masculinos se refieren al temor de no aportar lo suficiente económicamente y ver así cuestionada su masculinidad o lo que es peor quedar a merced del dinero que aporta su mujer lo que significa una pérdida de autoridad y de consecuencia una pérdida también de la autoestima. Con la crisis económica actual han desfilado por mi consulta muchos hombres muy deprimidos porque no pueden aportar o aportan poco para mantener a la familia, se imaginan o viven realmente una humillación por parte de la esposa por esta situación.

Los fantasmas femeninos, rondan alrededor de la sensación de desamparo que siente si el marido no gana la suficiente cantidad de dinero. Si el marido gana la suficiente cantidad de dinero hay algunas mujeres que se sienten asfixiadas, controladas y con baja autoestima. Como los modelos tradicionales no desaparecen con solo desearlo hay mujeres que aún teniendo un buen puesto y ganando la suficiente cantidad de dinero sienten aquella fragilidad y desprotección si el hombre no tiene los mismos ingresos que ella .He visto también mujeres en los que el marido ha sido muy buen proveedor del hogar; pero que por alguna circunstancia no puede seguir haciéndole frente, ella toma un papel tóxico haciendo sentir al esposo poco hombre e incluso tratar de darle celos.

Un buen número de hombres dispuestos a un modelo de pareja menos rígido en cuanto a roles tradicionales se sienten abrumados por el peso de la responsabilidad económica, aún cuando puedan solventarla. Se suelen quejar de que, mientras sus ingresos económicos sostienen la alimentación, el techo, la salud, la educación y los gastos troncales de la pareja y la familia, los ingresos de sus mujeres son considerados por ellas como estrictamente personales y dedicados, por lo tanto, a gastos, ahorros o inversiones que tienen que ver sólo con ellas o para darle todo tipo de lujo a sus hijas.

Hay mujeres que en privado comentan con sus amigas, hermanas o familiares, como sus maridos las han dejado de lado de las cuestiones económicas, no saben cuanto gana su hombre, desconocen si existen cuentas bancarias y el total de lo ahorrado. Por supuesto esto no ha nacido espontáneamente ha sido un acuerdo implícito en el cual “él se ha comprometido a que no falte nada en casa pero ella no debe preguntar absolutamente nada sobre las cuestiones económicas”.

Vista las cosas como están, el dinero deja de ser una cosa meramente económica para convertirse en una cuestión de sentimientos. Del mismo modo que una pareja maneja el dinero manejara su vida emocional, su comunicación, su sexualidad. Si hay ocultamiento recelos, escamoteo en lo económico, lo habrá en otros aspectos de la relación.

El dinero tiene una función de poder y control, el proveedor siente que tiene derechos especiales, el otro acumula resentimientos y trama o ejecuta sutiles venganzas para sentirse independiente, esto hace que la vida familiar sea un campo de batalla antes de ser un campo de colaboración. Si cada vez que se plantee un tema en el cual el dinero tenga un papel preponderante como: comprar un vehículo, salir de vacaciones, asistir a cursos de idiomas que uno de los miembros quiere hacer y se termina en conflicto, el problema no está en el dinero está en la comunicación, en la empatía, en la fragilidad de la relación.

El dinero solo es un símbolo, la gestión del dinero en el matrimonio representa la forma como le dan sentido a la relación, como se complementan. También los problemas sexuales de la pareja tienen mucha relación con las cosas económicas, discusiones que a veces inician por problemas sexuales terminan aflorando problemas de tipo económicos, quien aporta el dinero cree que eso le garantiza la permanente disponibilidad sexual del otro y quien está resentido por el poder económico que se ejerce sobre él a menudo encuentra la manera de cerrar las piernas aduciendo el famoso dolor de cabeza, alergias, dolores de estómago, cansancio y miles de otras escusas, la venganza se ha consumado.

Cuando se habla de dinero en el amor se piensa que este es impuro y que el amor es la esencia de la pureza, el dinero solo es un símbolo y no es ni puro ni impuro, quizá sea cuestionable la forma como muchas personas lo obtengan, su forma de gestión dentro de una relación, la forma como se comuniquen las cuestiones económicas hará que la relación sea estable o se convierta en un caos.