domingo, 20 de noviembre de 2011

Sexo a los 60,70,80 y.....

Sexo a los 60,70, 80 y…..

Dr. Francisco Javier Martínez Dearreaza.

Neurólogo-Psiquiatra.

Los científicos que estudian la actitud sexual y tratan de establecer un número aproximado de relaciones sexuales con relación a la edad coinciden en que entre los 16 y los 25 años existe la máxima frecuencia de relaciones sexuales. Pasada esa edad, cada persona tiene un esquema diferente e individual de comportamiento y frecuencia sexual; este comportamiento está influenciado directamente por factores educacionales, sociales y morales.

Cuando un hombre o una mujer establecen su tipo de conducta sexual y llegan con esta a la edad madura o se encuentran cerca de la vejez sufren una presión social negativa, pues muchísimas personas le califican de viejo y le quitan todo derecho de ejercer la gran mayoría de funciones y especialmente las sexuales.

El común de la gente piensa que si superas la barrera de los sesenta tienes que olvidarte del sexo y vivir los últimos años tratando de compartir otros placeres con tu pareja. Pero una reciente encuesta hecha en los Estados Unidos arroja por tierra estas creencias y saca a la luz resultados que han sorprendido a más de un estudioso.

La investigación fue realizada por reconocidos científicos y publicada en el New England Journal of Medicine, y termina con la idea de que la búsqueda de placer físico solamente es patrimonio de los jóvenes. Para este estudio, investigadores del Proyecto nacional de vida social, salud y envejecimiento (NSHAP) de la Universidad de Chicago entrevistaron en sus hogares a 3.005 adultos estadounidenses (1.550 mujeres y 1.455 hombres).

Se trata de la primera encuesta nacional completa de actitudes, conductas y problemas sexuales de los adultos estadounidenses mayores de 57 años encuentra que muchos tienen relaciones sexuales con frecuencia. De hecho, la frecuencia de la actividad sexual disminuyó sólo ligeramente entre el final de la cincuentena y el comienzo de la sesenta.

Algunos de los resultados que se conocieron revelan otra realidad a la hora de hacer el amor, en adultos mayores. Más de la mitad de las personas del grupo de mayor edad, entre los 75 y los 85, que se encontraban sexualmente activos informó tener relaciones sexuales al menos dos o tres veces al mes, mientras que el 23 por ciento informó tener relaciones sexuales al menos una vez a la semana.

Se observó además que la disminución del deseo sexual y de las relaciones obedecía más a los problemas de salud o a la falta de un compañero, especialmente en el caso de las mujeres.

El estudio también señala que la prevalencia de la actividad sexual sí disminuye con la edad, pues el 73 por ciento de los encuestados entre los 57 y los 64 años informó sobre actividad sexual, el 53 por ciento de los que tenían entre 64 y 74 y el 26 por ciento de los que tenían entre 75 y 85.

Era menos probable que las mujeres fueran sexualmente activas, se encontró que los hombres eran más sexualmente activos en los diferentes grupos de edades. Más de las tres cuartas partes (el 78 por ciento) de los hombres entre 75 y 85 tenían cónyuge u otra relación íntima, mientras que sólo 40 por ciento de las mujeres de ese grupo de edad tenían pareja.

También se encontró que las mujeres calificaran el sexo como “algo sin importancia” (el 35 por ciento de las mujeres frente al 13 por ciento de los hombres).

La encuesta revela que “Los hombres en general son más propensos a tener parejas a una edad avanzada y son más propensos a ser sexualmente activos con sus parejas”

También un dato importante para tener en cuenta y que se refleja en la investigación es que la mitad de los hombres y las mujeres que eran sexualmente activos informó sobre problemas sexuales. El más prevalente entre las mujeres era el poco deseo sexual (experimentado por el 43 por ciento de las encuestadas), resequedad vaginal (el 39 por ciento) e incapacidad para llegar al orgasmo (el 34 por ciento). El problema más comúnmente reportado por los hombres fue la disfunción eréctil (el 37 por ciento).

El 14 por ciento de los hombres informó que usaba medicamentos o complementos para ayudar a mejorar su función sexual.

Los hombres y mujeres que afirmaban que su salud era mala eran menos propensos a ser sexualmente activos.

La edad avanzada es realmente diferente para hombres y mujeres. Los hombres tienden a estar casados hasta la muerte y las mujeres tienden a pasar sus últimos años como viudas. Además, los hombres tienden a tener parejas más jóvenes y las mujeres parejas más viejas, lo que se traduce en menos oportunidades de intimidad sexual para las mujeres.

La gran mayoría de los encuestados afirmó que el coito vaginal siempre es parte de la conducta sexual, lo que disminuye ligeramente a medida que las personas envejecen, con más caricias y besos como la actividad primaria.

Cada vez es más satisfactorio encontrarse en la consulta con personas en la séptima década de la vida que refieren que mantienen una estupenda vida sexual con su pareja y dentro de un marco de ternura y amor; desgraciadamente, se ven obligadas a no comentarlo pues tienen miedo de caer en el ridículo de las criticas sociales que hacen referencia a viejos que no deberían andar en esas cosas.

La presencia de relaciones sexuales con regularidad es un signo de salud y vigor, sin que sean importantes las cifras en frecuencia.

Cuando envejecemos se dan cambios fisiológicos importantes en nuestro cuerpo, pero estos no tienen que ser todos negativos para disfrutar del sexo en la tercera edad. Al necesitar más tiempo para tener una erección por parte del hombre y para la lubricación en el caso de la mujer, se puede disfrutar más de los preliminares y de los besos, caricias y del contacto íntimo. El sexo no es sólo la penetración ni el ir desbocados corriendo por el orgasmo, menos aún en el sexo en la tercera edad.

Por otro lado, los hombres que tuvieron problemas de eyaculación precoz dejarán de tener ese problema. Ahora hay más espacio y tiempo para la fantasía y la imaginación.

Hay algo en lo que pocas veces pensamos y es que la sexualidad está muy vinculada a la autoimagen, además de la pareja y esto influye mucho en el deseo sexual en la tercera edad. Es decir, que uno mismo tiene que estar conforme con los cambios que va sufriendo el cuerpo y seguir siendo capaz de sentirse deseable y atractivo.

Si no, por muy bien que siga estando fisiológicamente, su deseo sexual estará bajo mínimos, por otro lado hay que seguir encontrando atractiva a la pareja o saber buscar nuevas formas de percibir la relación sexual con ella. Esto es un aspecto fundamental y un trabajo de ambos.

El deseo sexual no termina con la llegada de la tercera o cuarta o quinta edad, ni debemos mirar con terror el paso de los años, ni sentir miedo por la disfunción eréctil problema que por lo demás hoy tiene solución, el sexo tampoco debe concentrarse solo a la penetración, trata de llegar a esta edad con alegría y calidad de vida y disfruta de ella.


1 comentario:

  1. Y por que esos estudios de campo, no se realizan con población mexicana... Sorprendería al país vecino.

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