jueves, 16 de febrero de 2012

Síncope.


La familia Rosales, acostumbra para las festividades de Navidad invitar a algunos amigos a almorzar. Transcurría el año 2011 y en esa oportunidad esperaban con impaciencia a un viejo amigo, el presbítero Millar, quien por esa época tenía unos 64 años de edad, persona muy dinámica y vivaz.

Antes del almuerzo se tomaron los aperitivos de rigor y a eso de la una, todos estaban sentados a la mesa, la comida era compuesta de Pavo, arroz, ensalada, quesos, frutas y vino; la conversación transcurría muy animada cuando al improviso el padre Millar dejó de hablar, se puso un poco pálido, su cabeza se vino sobre el plato de comida y sus brazos dieron la apariencia de haber perdido toda la fuerza, unos pocos segundos después, recuperó la conciencia; pero ya tenía a todos los conocidos a su alrededor, unos le preguntaban que le había sucedido, otros le tomaban el pulso, algunos querían desabotonarle la camisa y otros lo miraban con estupor.

El padre Millar, se repuso inmediatamente, trato de tranquilizar a todos los presentes, incluso trató de seguir comiendo; pero todos habían quedado con una sensación de inquietud que se manifestaba en las miradas que le echaban al padre y los comentarios a baja voz que entre ellos se hacían, la recomendación unánime de los presentes fue: “Debe visitar urgentemente a un médico”.

Al día siguiente, muy temprano por la mañana, el padre Millar acompañado de su hermana fue a visitar al médico, este después de escuchar el relato de lo sucedido, procedió al interrogatorio y a examinarlo.

Durante el interrogatorio que le efectuó el médico al padre Millar, quiso cerciorarse con exactitud del cuadro clínico, Él tenía que diferenciarlo del vértigo, el coma, el ataque por caída, los mareos, la muerte cardiaca y las convulsiones. Para estar seguro le interrogó si había sentido mareo, y si ese mareo lo sentía como si todo le giraba alrededor y si no había perdido la conciencia, estos síntomas se refieren al vértigo, el padre Millar le dijo no haber sentido nada de esto, por lo que descartó un episodio de vértigo.

Si hubiera sido un coma, el padre hubiera perdido la conciencia y no la hubiera recuperado espontáneamente. El ataque por caída se caracteriza por una caída súbita sin pérdida de conocimiento ni pródromos, con recuperación inmediata.

Después de practicarle algunos exámenes de rigor, el médico se sentó unos minutos a reflexionar y después le dijo: “Padre, usted sufrió un síncope, que es una pérdida transitoria de la conciencia, por lo general se acompaña de caída y recuperación espontánea, completa y rápida”. Acto seguido le envió una serie de exámenes para investigar las causas del síncope que pueden ser: mediado por reflejos, cardíaco, ortostático y cerebro vascular.

Aproximadamente el 3% de las consultas y el 6% de las hospitalizaciones son debidas a síncope, mientras que del 20 al 50% de los adultos han experimentado uno o más episodios durante sus vidas. Más del 75% de las personas mayores de 70 años experimentará al menos un episodio sincopal, el 20%, dos episodios y un subgrupo pequeño, tres o más episodios.

Entre el 13 y 31% de los pacientes, la causa de síncope queda sin diagnosticar, aun después de su evaluación. El síncope por causas mediadas por reflejos se da entre el 36 y el 62%, es el más frecuente, el síncope por causa cardíaca se da entre el 10 y el 3%, el de causa ortostática entre el 2 al 24%, y el cerebro vascular es de aproximadamente 1%

El médico dirigió primero la investigación a las causas mediadas por reflejos, ya que son las más frecuentes.

El síncope mediado por reflejo posee tres variantes: vasovagal, el del seno carotídeo y el situacional.

-El síncope vasovagal, puede ser causado por estrés emocional, trauma, dolor, por mirar sangre, posición prolongada de pie. Antes del síncope la persona se siente sudorosa, malestar en el epigastrio, fatiga extrema, debilidad, bostezos, náuseas, mareos, luego se presenta la pérdida de conciencia que puede durar desde segundos a varios minutos. La fase posterior puede durar varias horas y en casos raros días y la persona puede estar confusa, desorientada, con náuseas, mareos y sentirse muy enferma.

-El síncope del seno carotídeo, la pérdida de conocimiento la sufre la persona al girar la cabeza, después de afeitarse o usar un cuello ajustado, se presenta en particular en personas ancianas.

El síncope posicional, se da en personas sanas durante los cambios de posición, se da por una inhibición simpática y un aumento del parasimpático, lo que provoca hipotensión, bradicardia y síncope.

Entre los exámenes clínicos que le recomendaron al padre Millar fue la interconsulta con un psiquiatra, como se asustará un poco, el médico le explicó que el trabajaba en equipo y que considera valiosa la visita de este especialista para determinar si existía alguna situación estresante que hubiera dado origen al síncope.

Mientras se le efectuaban las investigaciones, al padre Millar se le practicó un examen neurológico, no se le encontró ningún signo de padecimiento neurológico, por lo que se le descartó el síncope cerebro vascular.

Como la investigación psiquiátrica no reportó ninguna patología o condición estresante, se le tomó en días diferentes y en posiciones diferentes la presión arterial y siempre se encontró dentro de los límites normales.

Cuando se da un síncope por causas ortostáticas, hay una caída de la presión arterial y taquicardia dentro de los tres minutos de estar la persona de pie. Tampoco dijo estar tomando antihipertensivos, antidepresivos o diuréticos por lo que se descartó este tipo de síncope.

Bueno, ya no quedan más opciones que remitirlo al cardiólogo para ver si tenía algún padecimiento cardiaco.

El pobre padre Millar, la pasó mal por algunos días más, creo que poco a poco los médicos le fueron creando un estrés muy severo, no es nada fácil andar de médico en médico y de examen en examen, uno va pensando siempre lo peor.

Un martes por la tarde tenía cita con el cardiólogo, al salir del consultorio el padre venía radiante, todo su estrés había desaparecido, la magia de las palabras había dado su efecto en el cerebro de Millar. El médico le había dicho: “padre, no encontramos nada en su corazón, no sabemos porque le dio ese síncope, se que ha vivido unos días muy difíciles, todos los demás exámenes están bien, ahora olvidémonos de las enfermedades y viva la vida lo mejor que pueda”.

Las personas con algún padecimiento psicológico, son las que padecen con más frecuencia síncope, suelen tener trastornos de ansiedad, de pánico o depresión. También sufren de síncope las personas alcohólicas.

El síncope del padre Millar entra entre el 13 y 31% de las personas que después de una exhaustiva investigación no se encuentra la causa del síncope.

ENFERMEDAS

ACTIVIDAD INMEDIATA

POSIBLE DIAGNÓSTICO

SÍNCOPE

MICCIÓN

DEFECACIÓN

DOLOR AL PONERSE DE PIE

MECANISMO REFLEJO

SÍNCOPE

EJERCICIO

PALPITACIONES

CAUSA CARDÍACA

SÍNCOPE

GIRAR LA CABEZA

AFEITARSE

USAR CUELLO APRETADO

REFLEJO DEL SENO CAROTIDEO

SÍNCOPE

AGLOMERACIONES

MUCHO CALOR

MIEDO

DOLOR SÚBITO

VISIÓN DE SANGRE

VASOVAGAL

SÍNCOPE

ANTIHIPERTENSIVOS

ANTIANGINOSOS

DIURÉTICOS

HIPOTENSIÓN

OSTOSTÁTICA

CARDIOVASCULAR

ANTIDEPRESIVOS

HIPOTENSIÓN

ORTOSTATICA

MEDIADO POR REFLEJOS

ANTIARRITMICOS

ARRITMIA

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